¿Qué es el micromanagement y cuáles son sus peligros?

Micromanagement es un término que cada vez cobra más relevancia en diferentes sectores, empresas y organizaciones. El micromanagement puede ser definido como un método de gestión, pero es mucho más que eso. ¿Sabes exactamente de qué se trata?

Te contamos a continuación qué es exactamente el micromanagement, cuáles son sus ventajas y posibles peligros que pueden suponer el fracaso de tu negocio, empresa o proyecto.


¿Qué es el micromanagement?

El micromanagement es un método de gestión laboral en el que se ejerce un control excesivo sobre las personas que conforman los diferentes equipos de un negocio, proyecto o empresa. Esto, normalmente, implica que se ejerza demasiada presión y atención por cada detalle o acción que realizan los empleados.

Generalmente, el micromanagement denota una falta de autonomía y de confianza en los equipos que forman la empresa que, al cabo de un tiempo, suele acabar quemando al equipo. Además, también suele ser una señal de falta de capacidad para delegar tareas en los managers.

El micromanagement no solamente resulta muy ineficaz, sino que suele ser una pérdida de tiempo para los puestos de responsabilidad que ocupan su tiempo en tareas que son responsabilidad de otras personas y para las que incluso pueden no estar capacitados. A consecuencia de ello, los profesionales pueden comenzar a experimentar desconfianza, desilusión, desmotivación y falta de interés por el trabajo a realizar.


Micromanagement VS Macromanagement

En el lado opuesto se posiciona el macromanagement, otro modelo de gestión con un estilo completamente diferente. Es importante conocer las características de cada uno de ellos para poder obtener conclusiones y encontrar cuál es la mejor forma de gestión dependiendo de cada caso:

Micromanagement

Como ya hemos comentado, el micromanagement es un modelo de gestión en el que el responsable o gerente observa de manera minuciosa el trabajo a realizar, ejerciendo un control continuo y generando un entorno de tensión. La microgestión detalla cada paso que ha de ser tomado para llegar a cumplir un objetivo en una fecha límite; no se trata de fijar fechas y objetivos. Por ello, es bastante común que también se monitorice el tiempo que se emplea en cada tarea, descanso y propuesta de trabajo.

En ocasiones el micromanagement también puede afectar a la propia toma de decisiones más subjetivas que se realizan en torno a un trabajo o proyecto. Lo que genera frustración en el profesional, que ve cómo cada decisión que toma por nimia que sea es susceptible de ser desechada.

A pesar de todo, el micromanagement puede ser útil en situaciones específicas, como cuando un empleado o empleada comienza en una posición en la que no tiene experiencia. Sin embargo, más allá de estas situaciones, puede provocar estrés, desconfianza e incluso odio o temor hacia el superior.

Macromanagement

Se trata de un estilo de gestión más libre e independiente donde los gerentes ofrecen cierta libertad a los empleados para hacer su trabajo en tiempo y forma. El concepto gira en torno a una fecha límite y en alcanzar adecuadamente los objetivos deseados para ese día en concreto. Por lo tanto, el gestor de equipos, en este caso, no ejerce un seguimiento diario sobre los miembros que componen los equipos sino que ofrece cierta libertad para que sean ellos quienes decidan cuál es el mejor camino para llegar al objetivo establecido.

Como consecuencia los empleados se sienten empoderados, confían más en sí mismos y se involucran más en sus tareas del día a día.

Es necesario tener en cuenta que un buen gestor de equipos será siempre aquella persona que sepa aplicar el modelo de gestión adecuado en cada momento, casuística y con cada persona. De este modo, no puede establecerse el mismo modelo de trabajo a una persona que se acaba de incorporar, a proyectos con plazos ajustados, o a equipos que cuentan con una larga y sobresaliente trayectoria.


Consecuencias de la microgestión empresarial

La microgestión o micromanagement tiene diferentes efectos negativos que pueden repercutir gravemente sobre los equipos y, por lo tanto y como consecuencia, en el crecimiento del negocio o empresa.

Un sistema demasiado controlador puede provocar que los empleados pierdan su iniciativa al ver como su creatividad no tiene cabida. Como consecuencia, puede generar pérdida de motivación, de aspiración y, por lo tanto, desvinculación con sus cometidos profesionales.

El micromanagement, a corto o largo plazo, termina produciendo inseguridades, tensión emocional, descontento y falta de confianza en sus capacidades. Y, por supuesto, una microgestión continuada puede llegar a provocar estrés, nerviosismo e incluso diferentes problemas de salud mental a los trabajadores.

El micromanagement, por lo tanto, debe ser ejercido sólo en situaciones muy determinadas, y siguiendo unas líneas claras y no demasiado agresivas ni persuasivas que puedan poner en riesgo la salud y la productividad del equipo.

Además, el micromanagement puede llegar a convertirse en una pérdida de tiempo incluso para el propio manager ya que gasta demasiado tiempo controlando y supervisando tareas que podrían avanzar más rápido sin su actividad.

 

¿Cómo evitar el micromanagement en la empresa?

Algunos conceptos generales del micromanagement pueden ser aplicados en momentos puntuales o en ciertos proyectos pero recuerda que implementarlo como modelo de gestión habitual no es recomendable.

En caso de ser el modelo de gestión ya establecido, es necesario que sea lo menos persuasivo posible y, para ello, los equipos pueden pedir explicaciones de cuáles son los propósitos de cada orden, qué información se necesita exactamente y con qué cometido. Sin embargo, es necesario saber que un micromanagement continuado no es el modelo de gestión adecuado para retener a talento humano de calidad y con aspiraciones.

Desde Great Place to Work trabajamos para el desarrollo de culturas de confianza en las empresas que permitan a los empleados y empleadas desarrollarse en un entorno laboral saludable que les permita crecer.

Esto no quiere decir que no sea necesaria una supervisión y seguimiento de las actividades, sino que que la confianza en el equipo es uno de las características indispensables para hacer que todo funciones correctamente.

 

Conclusiones

Entonces… ¿debemos pensar que el micromanagement es negativo y el macromanagement es positivo para construir entornos de confianza?

Pues claro que no. Ninguna es malo o bueno, sin embargo, debemos comprender que ambos en su contexto adecuado son positivos y suman a la construcción de confianza principalmente en la relación del líder y colaborador.

Como ejemplo de micromanagement, como indicamos anteriormente es positivo en momentos de on boarding, cuando la mirada de control debe ser más exhaustiva para garantizar una curva de aprendizaje más acelerada en el menos tiempo posible.

Por otro lado, el exceso de macromanagement traería en ocasiones sensación de pérdida de eficiencia operativa si no se trabaja adecuadamente. La libertad que se promulga es una libertad regulada por los valores de la compañia, capaz de promover comportamientos autónomos y la creatividad, en un entorno cuidado.

Si quieres construir una cultura de alta confianza en tu empresa, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros y así hacer de tu empresa un Great Place to Work.