Cómo hacer que la formación digital funcione

La formación digital es una oportunidad para las empresas, pero también un reto exprimir al máximo las posibilidades que ofrece. Nuestro partner Speexx, con más de 20 años de experiencia en el sector, especializándose en la formación digital de idiomas, nos da las claves para conseguir que la formación online sea un éxito en nuestra organización.

 

¿Cuáles son los factores clave para que la formación digital realmente funcione e impacte en nuestra organización?

 

1. Tecnología

La plataforma que usemos será nuestra principal herramienta de trabajo. Contar con tecnología avanzada al servicio del empleado es esencial para poder ofrecer un servicio de calidad, escalable e integrable con los distintos sistemas del departamento de RRHH.

La formación puede realizarse en el entorno del proveedor o podemos integrarla en nuestro LMS o herramienta de gestión del talento. El hecho de contar con un proveedor que nos facilite la integración con estas herramientas de gestión, como por ejemplo Cornerstone o SuccessFactors, o que, por ejemplo, sepan desarrollar una API o trabajar con tecnologías como SCORM u OCN, es un valor al alza y un factor en ocasiones determinante a la hora de elegir un partner tecnológico.

Igualmente, a diferencia de la formación tradicional, la formación digital nos permite acompañar al usuario a lo largo de su ruta de aprendizaje y en tiempo real gracias al uso de tecnologías como chats de soporte en vivo, asistentes virtuales y chatbots para la resolución dudas. La innovación en el sector y la implementación de nuevas tecnologías, ha llevado a que la inversión EdTech haya crecido en Europa en un 45%, según el informe publicado por Brighteye Ventures en 2021.

 

2. Metodología

Digitalizar la formación no solo implica un cambio de formato. También la forma de enseñar cambia. No basta con pasar de dar clases Face2Face presenciales a dar esas mismas clases a través de Zoom o Skype.

En el caso de Speexx ya nos adelantamos en su día a este escenario, y por ello contamos con aulas virtuales, con profesores certificados y que saben enseñar dentro de un entorno digital. Ellos aportan el toque humano y el seguimiento personal que a veces las empresas echan en falta en entornos digitales.

La experiencia nos dice que es posible combinar e integrar ambas metodologías, y que el resultado es ampliamente satisfactorio.

 

3. Personalización

Se acabó el “café para todos”. Es una expresión muy repetida, pero nunca fue tan cierta. La tecnología y las posibilidades que nos ofrece hace indispensable que las soluciones de formación digital sean a medida, y den respuesta a las necesidades no solo de cada empresa, sino también de cada alumno.

En este sentido, el uso de la Inteligencia Artificial nos permite personalizar el contenido de la plataforma a las necesidades y preferencias de cada persona. O como mínimo, nos permite saber los “tipos de café” que necesitan los usuarios para sentirse cómodos y motivados con la formación.

Adaptar la plataforma a las necesidades concretas de cada usuario y automatizar estos procesos ya ha dejado de ser un extra, y se ha convertido en una necesidad para poder hablar de una formación digital plena.

 

4. Experiencia de aprendizaje

¿De qué sirve un programa de formación que no esté diseñado pensando en la experiencia del alumno? Las formaciones digitales deben ser user centric y contar con un sistema de feedback que facilite la sinergia entre plataforma y usuario. Cuando hablamos de formación digital ya no basta con que el alumno reciba su formación. Ahora podemos escuchar sus necesidades, sus inquietudes, involucrarlo en su formación para que la experiencia sea más satisfactoria tanto para el usuario como para la organización a nivel de resultados.

Tras un tiempo implementando estrategias de engagement hemos podido constatar sus beneficios, con el incremento de las horas de conexión y de los recursos utilizados, especialmente en la participación en aula virtual. Algunas de estas acciones incluyen desde dinamizaciones y seguimiento directo por parte de nuestro equipo, hasta acciones de marketing y gamificación donde se comparten contenidos de interés para los usuarios, concursos con recompensas y premios.

 

5. Monitorización y analítica de datos

La monitorización del uso de recursos y de la evolución del usuario es una de las grandes diferencias entre la formación tradicional y digital. Esto no solo facilita la gestión y reduce considerablemente la carga administrativa de los departamentos de formación. También podremos analizar aquellos indicadores que nos guían hacia los objetivos que nos hemos marcado como organización.

Contar con toda esta analítica de datos permite tomar decisiones de forma rápida sobre la rentabilidad y el uso del presupuesto, optimizando el gasto y mejorando el retorno de la inversión.

 

La formación digital como impulsor del liderazgo empresarial

 

El estudio de Accenture ‘Reinventando la empresa europea’ desveló que el 56% de las compañías españolas ya considera una prioridad invertir en programas de formación para que su plantilla adquiera las habilidades necesarias para impulsar su transformación y adaptarse a la nueva etapa de digitalización.

Por ello, diseñar o re-diseñar el programa de formación digital de nuestra organización teniendo en cuenta estos aspectos es esencial para impulsar la innovación y ser pioneros dentro del área de formación, incrementar la rentabilidad de las acciones, el retorno de la inversión, y la retención del talento.

¿Tu plan de formación cumple los requisitos para que sea 100% digital? Ha llegado la hora de dar un paso más allá en tu estrategia, ya sea para comenzar a darle forma o para tener en cuenta factores que a día de hoy son indispensables para que el éxito de la formación se traslade a los resultados de tu empresa.